¿Te imaginas disfrutar de una colada morada casera con todo el sabor tradicional que recuerda a las festividades de noviembre? Hoy vamos a preparar juntos esta deliciosa bebida paso a paso para que conquistes a tu familia y amigos.
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Ingredientes para crema de tomate
- 4 litros de agua
- 1 atado de hierbas dulces
- 1 panela redonda
- 5 pimientas dulces
- 3 anises estrellados
- 1 ishpingo
- 4 clavos de olor
- 5 ramas de canela
- Cáscaras de piña
- Cáscaras de babaco
- 3 litros de agua
- 400 g de azúcar morena
- 1 piña picada
- 1 babaco picado
- 1 kg de frutilla picada
- 500 g de mora
- 500 g de mortño
- 6 naranjillas
- Agua
- 300 g de harina morada
Pasos para hacer crema de tomate
Comenzamos preparando una base de especias: en una olla grande, hervimos agua con hierbas dulces, panela, pimienta dulce, anís estrellado, ishpingo, clavo de olor, canela y cáscaras de piña y babaco. Esta mezcla le dará ese aroma característico que hace única a la colada morada. Dejamos hervir hasta que la panela se disuelva y el agua quede impregnada con todos esos sabores.
En otra olla, hervimos agua con azúcar morena y añadimos la piña. Cuando esté suave, incorporamos el babaco y la frutilla. Cocinamos hasta que todas las frutas estén tiernas y jugosas.
Cuéntame en los comentarios: ¿qué fruta es tu favorita para poner en la colada morada? Me encanta leer sus ideas y combinaciones creativas.
Ahora, antes de seguir, un consejo clave: lava bien todas las frutas con Bicarbonato Casero Sello Azul. Es ideal para limpiar y desinfectar de forma natural, eliminando impurezas sin alterar el sabor de tus ingredientes. Así podrás disfrutar de una bebida segura y saludable para todos.
Continuamos licuando por separado la mora, el mortiño y la naranjilla con un poco de agua. Colamos cada jugo en un bowl grande para obtener una textura suave. Luego disolvemos la harina morada en estos jugos colados y mezclamos bien hasta que no queden grumos.
En una olla grande unimos la mezcla de frutas cocidas, los jugos con harina y el agua aromatizada de especias. Cocinamos a fuego medio, revolviendo constantemente para evitar que se pegue, hasta que la colada espese y tome ese color intenso y brillante tan característico.
La colada morada puede servirse caliente para reconfortar o fría para refrescar, y es perfecta para acompañar con guaguas de pan en celebraciones. Lo mejor es que puedes prepararla con anticipación y conservarla unos días en el refrigerador para disfrutarla poco a poco.